
La actividad de Antonio se ha disparado con la primavera y ha seguido profundizando en el mobiliario doméstico. Después del despliegue de camas que realizó en los meses anteriores ha decidido completar el dormitario con armarios.

Merece la pena abrir la puerta y comprobar que las perchas están dispuestas para colgar las prendas que seguramente alguna de sus hijas le preparará para completar la obra.

Es una satisfacción verle pelear con las plantillas, la sierra de marquetería, la cola..., una manera de mantener activa la mente y ocupado el día, a pesar de sus "mosqueos" cuando le cuesta "ver" dónde debe ir cada pieza. Luego, cuando ha terminado su "obra" la alegría le hace brillar los ojos.