domingo, 18 de octubre de 2009

Último trabajo

Aunque hace tiempo que no dejamos constancia de su trabajo, Antonio sigue imparable en su actividad cuando no le falta materia prima.

Su banco de trabajo no puede ser más simple: una antigua mesilla de noche colocada al lado de su sillón, debido a su dificultad de movimientos.

Su fuente de inspiración: antiguos cuadernos de marquetería a los que da vueltas y vueltas hasta atreverse con nuevas figuras.

El resultado: pequeñas representaciones que le llenan de satisfacción aunque "ya no sabe dónde colocar tanto cacharro", como dice en sus momentos de ofuscación.

Pero luego, al cabo de un rato, vuelve a la tarea para entretener las horas y los días.